La magia de la Navidad habita en los reencuentros y trae consigo momentos llenos de abrazos. Abrazos en aeropuertos que parecen haber empezado ya en el vuelo; abrazos en el rellano de una casa, y la sorpresa al abrir la puerta; abrazos en un bar o en un restaurante. Por eso, es importante de cuidar de los nuestros, para que el año que viene, no duden en volver. Para que esto suceda, prepara tu casa para las fiestas de Navidad con mimo pensando siempre en su comodidad. Todos estos momentos compartidos, van a iluminar la Navidad mucho más que las luces que decoran las calles.
Cuando llegan estas fechas tan señaladas, nos damos prisa por sacar el árbol, las luces y el belén. A veces, nos dejamos llevar por los elementos decorativos y nos olvidamos de lo más importante: la comodidad, tanto la nuestra, como la de nuestros invitados. Por eso, lo principal será adaptar nuestra casa y, después, empezar con la decoración navideña. En este artículo te damos cinco claves para que estén cómodos y les regales unos días inolvidables.
Si este año la comida de Navidad o la fiesta de fin de año se celebra en tu casa, no olvides hacer un listado con el número de personas y asegúrate de que todos tienen un lugar para sentarse. La mejor opción es que dispongas de varias sillas plegables para sacarlas en momentos concretos. Si no las necesitas, no te ocuparán mucho espacio y no tendrás que preocuparte porque ninguno de tus invitados se quede sin su la suya.
Si van a quedarse más de una noche y no dispones de una habitación extra, puedes elegir un sofá cama. De esta forma, podrás abrirlo solo por la noche y el resto del día servirá de sofá. Si un día el plan es ver una película navideña, también puedes aprovecharlo para que estéis mucho más cómodos.
Si vienen acompañados de sus hijos, puedes optar por poner una cama nido. A los niños siempre les gusta dormir acompañados, así que es una buena idea para ahorrar espacio. Durante el curso pueden servirte también si se queda algún amigo a dormir una noche. Prepara tu casa para las fiestas de Navidad consiguiendo que te sirva para el resto del año.
Cuando llegue el momento de la comida o la cena, es importante que la mesa no se quede pequeña. Comprar una más grande para momentos puntuales no es necesario, la mejor manera de solucionar el problema del espacio es tener una mesa extensible. Así solo tendrás que abrirla cuando llegue la hora de comer.
A cada año que pasa, tu hijo se va haciendo mayor y su cama se va quedando pequeña. Ese niño que dormía en una pequeña no es el mismo que el que volverá del erasmus en Navidad algún día. Si no quieres optar una grande, una buena solución, pensando a largo plazo, es hacerte con una cama abatible para que crezca con él. Si prefieres una compacta puedes informarte de sus ventajas en en este otro artículo.
Estas son algunas soluciones prácticas que pueden solucionar muchos problemas de espacio y comodidad. Así garantizarás que tus invitados hagan la maleta de vuelta pensando en lo a gusto que han estado, deseando volver al año siguiente. La Navidad traerá los reencuentros que has estado esperando todo el curso. Por eso, cuando llegue el momento, olvídate de problemas y preocúpate únicamente por disfrutar de unas fiestas para el recuerdo que llenen de luz tu casa.
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